El Libro de Urantia es una obra literaria que trata sobre el origen de todo, sobre nuestra historia y sobre nuestro destino. Se trata de una obra teológica, filosófica y espiritual. El Libro de Urantia se conoce también como La Quinta Revelación o Los documentos de Urantia.
El libro fue publicado por primera vez en 1955 por la Fundación de Urantia. Los documentos del Libro de Urantia fueron recopilados por el Dr. William Sadler, un cirujano y psicoanalista estadounidense.
El origen de los documentos se remonta a algún momento entre 1906 y 1911, cuando el Dr. Sadler entró en contacto con un paciente que presentaba unos síntomas de sueño fuera de lo normal. Durante su tratamiento, Sadler comprobó que el paciente hablaba en sueños afirmando estar transmitiendo un mensaje extraterrestre.
El Dr. Sadler trataba de encontrar explicaciones racionales a los fenómenos psicoanalistas que estudiaba, y este caso le mantuvo escéptico. Estuvo años estudiando y analizando el mensaje que su paciente le transmitía en estos sueños para encontrar una explicación lógica a su anomalía.
Tras años de estudio, el Dr. Sadler concluyó que su paciente no tenía ninguna patología mental, pero lo que descubrió estudiando el mensaje le llevó a la conclusión de que estaba recibiendo una información estelar a través del plano astral que tenía que recopilar. (Analizamos el plano astral en «La Constitución Septenaria del ser humano» y en nuestra Enciclopedia.)
El origen del Libro de Urantia
Para ello, el Dr. Sadler juntó a un equipo coordinado en lo que llamaron el Foro. Este Foro estaba formado por hombres y mujeres de todo tipo, desde doctores, abogados o científicos, hasta amas de casa, ganaderos o trabajadores comunes. De este Foro nació la Fundación de Urantia.
Todas las personas que formaban parte del Foro generaron la comisión de contacto que recibió los documentos del Libro de Urantia, unos documentos que señalan como autores del libro a criaturas celestiales.
Una de las características fundamentales del Libro de Urantia es la libre interpretación que el lector puede hacer de su contenido, ya que no existe ninguna interpretación oficial del libro. En este documento, vamos a interpretar y a resumir de una manera sintetizada el significado de la Quinta Revelación.
El Libro de Urantia es una obra que trata de ayudar al ser humano en su crecimiento y evolución espiritual, por esta razón, vamos a resumir esta increíble obra hasta la rebelión de Lucifer (analizada en «La evolución de las razas del universo»), para ayudar a difundir el mensaje de los documentos de Urantia a toda la humanidad.
Comprar en Librería Atlantis
Introducción Libro de Urantia
Urantia es el nombre real del planeta Tierra, uno de los muchos planetas habitados similares que componen el universo local de Nebadon, cuya capital es Salvington.
El universo local de Nebadon está situado en el superuniverso de Orvonton, cuya capital es Uversa, uno de los siete superuniversos del tiempo y del espacio que giran alrededor del universo central de Havona.
En el universo central de Havona se encuentra la Isla estacionaria del Paraíso, el origen de todo, el centro geográfico de la eternidad, la Fuente-Centro Primera de energía, la morada de Dios.

La imagen que se ha dado de Dios en Urantia no tiene nada que ver con la realidad. Hablamos de Dios como la Deidad, como el origen de todo, y cada uno de nosotros es libre de referirse a él como considere oportuno.
Dios tampoco es un ser vengativo ni impone una adoración formal hacia su figura, los habitantes de los mundos evolutivos del tiempo y del espacio pueden reconocerlo, adorarlo y amarlo voluntariamente.
Dios respeta siempre el libre albedrío de sus criaturas evolutivas y la mejor manera de adorarlo es actuar en consciencia, amándonos los unos a los otros como él nos ama, porque el amor es la base de la evolución.
La Trinidad y el Universo
La Trinidad, Dios padre, Dios hijo y Dios espíritu, son las tres personalidades de la Deidad, la personalidad de Dios. Para que el padre universal pueda crear y desarrollar la vida en los planos materiales del tiempo y del espacio necesita de la Trinidad.
Desde el punto de vista de las leyes universales, la Trinidad es como una sola personalidad, es decir, Dios es uno, pero en sus relaciones espirituales con las criaturas de los mundos físicos del espacio y del tiempo son también tres personalidades distintas y separadas: Padre, Hijo y Espíritu.
Padre
Dios padre representa la eternidad universal. El padre universal gobierna el círculo de la eternidad y alrededor de él convergen las líneas de la gravedad física y de la gravedad espiritual.
Hijo
Dios hijo es la Fuente-Centro Segunda, el primer pensamiento de Dios, la personalidad de la Deidad que rige el poder espiritual de los mundos físicos del espacio y del tiempo, un trabajo que hace a través de sus hijos eternos.
Su función es ayudar a los mortales de los mundos físicos a evolucionar espiritualmente, y por esa razón tiene la capacidad de encarnarse en los cuerpos físicos de los mortales creados por Dios.
A través de Dios hijo y de sus hijos eternos, el padre universal puede experimentar la naturaleza física de sus criaturas. En Urantia, uno de los hijos eternos de la Fuente-Centro Segunda se encarnó con el nombre de Jesús de Nazaret, cuyo nombre en realidad es el de Miguel de Nebadon, el hijo eterno que rige el universo local en el que se encuentra Urantia: Nebadon.
Aquí el libro de Urantia hace referencia por primera vez la encarnación de Jesús en el planeta y a su papel como administrador de nuestro universo local bajo el nombre de Miguel de Nebadon o Micah, como mencionamos en «La evolución de las razas del universo».

Espíritu
Dios espíritu es la mano creadora, el encargado de la energía y del poder mental. A través de Dios espíritu, Dios convierte la energía en algo material y comienza la evolución de la vida.
Dios espíritu es el responsable de la conexión entre la energía física, regida por las leyes de la gravedad, y la energía espiritual, regida por las leyes espirituales, una conexión que da como resultado el cuerpo y la mente física y espiritual de las criaturas.
Dios espíritu es la Fuente-Centro Tercera, y ejerce su poder a través de los Siete Espíritus Maestros que coordinan la creación de los siete superuniversos del tiempo y del espacio.
La Isla del Paraíso
La Trinidad reside en la isla del paraíso del universo central, el origen de todas las energías. El paraíso es la manera en la que la eternidad de Dios consigue expresarse, y de esa fuerza surge el Hijo Original, Dios hijo, y de la fusión entre ellas surge la presencia del actor conjunto, Dios espíritu.
La parte inferior del paraíso coordina mediante su energía las leyes de la gravedad de todos los universos conocidos y formados materialmente y de todo el espacio exterior en estado de formación. Todos los universos giran alrededor de la isla eterna del Paraíso y atraen su energía espiritual y mental hacia el interior.
Alrededor de la Isla del Paraíso se encuentran las siete esferas de la Divinidad, el lugar donde residen los seres más evolucionados del universo. Las siete esferas las forman la esfera del Padre, la esfera del Hijo, la esfera de Espíritu, la esfera del Padre y del Hijo, la esfera del Padre y del Espíritu, la esfera del Hijo y del Espíritu, y la esfera del Padre, del Hijo y del Espíritu.
Esta última esfera recibe el nombre de Ascendington, la esfera en la que residen los seres ascendidos del tiempo y del espacio que llegan al universo central de Havona procedentes de los siete superuniversos, el lugar donde residirán los humanos ascendidos de Urantia antes de completar su ascensión espiritual al Paraíso.
La esfera del Hijo, llamada Sonarington, guarda el secreto de la encarnación de los Hijos de Dios como mortales en los mundos evolutivos del tiempo y del espacio. Estas siete esferas de la Divinidad son los mundos sede ejecutivos de los Siete Espíritus Maestros.
La ubicación de Urantia y el espacio exterior
En el universo central de Havona no existe el tiempo y el espacio, si en los siete superuniversos. El superuniverso en el que se encuentra Urantia es el séptimo superuniverso, el último superuniverso creado, Orvonton. Dentro de Orvonton se encuentra el universo local de Nebadon donde está Urantia, una de las localizaciones más alejadas del universo central situado muy cerca del límite del espacio exterior.
En el espacio exterior, fuera de los límites de los siete superuniversos, la vida todavía no ha sido creada, pero debido a la infinidad de la Divinidad, el proceso de creación de nuevos mundos habitados está por llegar. El espacio exterior consta de cuatro niveles de universo conocido.
El universo central
El universo central está formado por siete niveles que giran alrededor de la isla central. En el universo central de Havona hay criaturas nativas, descendientes de la Trinidad, y hay criaturas ascendentes que han evolucionado procedentes de los siete superuniversos del tiempo y del espacio.
En el universo central hay más de mil esferas con mundos diferentes en cada una de ellas. No hay un mundo similar dentro de universo central. Las criaturas que habitan el universo central sirven de inspiración a los hijos eternos para sus creaciones en los siete superuniversos. La perfección de los mundos del universo central es el objetivo de la evolución de los siete superuniversos.
Los siete superuniversos
Los siete superuniversos están regidos por los Siete Espíritus Maestros, la Fuerza-Centro Tercera, la fuerza creadora y organizadora de Dios espíritu en los universos del tiempo y del espacio. Los gobernantes de los siete superuniversos son los Ancianos de los Días.
Los Siete Espíritus Maestros llevan a cabo la creación y la organización de los universos con los Creadores Infinitos y con sus asociados. La organización de la energía que crea las estrellas y sus sistemas planetarios está en manos de los organizadores paradisíacos de la fuerza, que son los que originan las nebulosas.
Las nebulosas inician alrededor de su presencia enormes ciclones de fuerza que son capaces de crear con su energía estrellas de todo tipo. Alrededor de estas Estrellas se forman los planetas de distintas maneras.

Los únicos mundos de los siete superuniversos que no se forman a través de las nebulosas son los mundos arquitectónicos. Estos mundos se construyen de acuerdo con unos planes y unas especificaciones con vistas a una finalidad especial, como es el caso de Salvington, la capital del universo local Nebadon, o Uversa, la capital del superuniverso en el que se encuentra Urantia, Orvonton.
Los Siete Espíritus Maestros
Los Siete Espíritus Maestros son las personalidades primarias del Espíritu Infinito. Son siete las posibilidades asociativas matemáticas de la Trinidad, por eso hay Siete Espíritus Maestros y siete esferas sagradas del Paraíso. Esto explica la importancia del número siete en la creación y en el universo.
Los Siete Espíritus Maestros tienen su origen en las siete semejanzas de las personalidades de la Deidad, de las cuales obtienen sus características individuales:
- El Padre Universal
- El Hijo Eterno
- El Espíritu Infinito
- El Padre y el Hijo
- El Padre y el Espíritu
- El Hijo y el Espíritu
- El Padre, el Hijo y el Espíritu
La función principal de los Siete Espíritus Maestros es la supervisión central de los siete superuniversos y cada uno de los siete tiene asignada la supervisión de uno de ellos. El Espíritu Maestro que tiene asignado el control de Orvonton es el Espíritu Maestro número siete, el Espíritu Maestro con las personalidades de la Deidad del Padre, del Hijo y del Espíritu.
Mención a la Teosofía
Los Siete Espíritus Maestros son la fuente séptuple de la mente cósmica. La mente cósmica reconoce la respuesta en tres niveles de la realidad universal: ciencia, filosofía y religión.
La experiencia de la vida no deja nunca de desarrollar estas tres intuiciones cósmicas innatas, pero muy pocas personas en Urantia cultivan estas cualidades de pensamiento, una situación que cambiará cuando la finalidad de la educación en Urantia sea cultivar estas tres realidades de pensamiento como una sola. Aquí el Libro de Urantia alude a la importancia de la Teosofía (ciencia, filosofía y religión) en el desarrollo de la humanidad.
Por debajo de los Siete Espíritus Maestros, se sitúan seis grupos que forman junto a los Siete Espíritus Maestros los Siete Grupos de Espíritus Supremos.
Estos grupos ayudan a coordinar la dirección de los superuniversos a los Espíritus Maestros, y están formados por los Siete Ejecutivos Supremos, los Espíritus Reflectantes, los Ayudantes Reflectantes de Imágenes, los Siete Espíritus de los Circuitos, los Espíritus Creativos de los Universos Locales y los Espíritus Ayudantes de la Mente.
Los Ancianos de los Días
Los Ancianos de los Días son una creación de la Trinidad. Mientras que los Siete Espíritus Maestros determinan la naturaleza de sus respectivos superuniversos, los Ancianos de los Días determinan la administración y aseguran la armonía del conjunto en medio de las diferencias de las creaciones.
Los Ancianos de los Días gobiernan siempre en grupos de tres y cada grupo dicta la administración de un superuniverso. Existen por tanto veintiún Ancianos de los Días, tres por cada uno de los siete superuniversos del tiempo y del espacio.
Los Ancianos de los Días son el grupo más importante que forma parte de las Personalidades Trinitarias Supremas, donde se encuentran también los Secretos Trinitizados de la Supremacía, los Eternos de los Días, los Prefecciones de los Días, los Recientes de los Días, los Uniones de los Días y los Fieles de los Días.
Los Seres de Origen Trinitario
Por debajo de las Personalidades Trinitarias Supremas se encuentran los Seres Coordinados de Origen Trinitario, donde se encuentran los Hijos Instructores Trinitarios, los Perfeccionadores de la Sabiduría, los Consejeros Divinos, los Censores Universales, los Espíritus Inspirados Trinitarios, los Nativos de Havona y los Ciudadanos del Paraíso.
Todos los seres de origen trinitario están dotados de libre albedrío en el sentido más elevado y ninguno de ellos se ha descarriado nunca de sus funciones. Los seres de origen trinitario poseen unas prerrogativas de transporte que los hacen independientes de las personalidades transportadoras tales como los serafines.
Todos poseen el poder de desplazarse libremente por el universo. A excepción de los Espíritus Inspirados Trinitarios, no pueden alcanzar la increíble velocidad de los Mensajeros Solitarios, pero son capaces de utilizar todos los medios de transporte en el espacio y pueden llegar a cualquier punto de un superuniverso en menos de un año del tiempo de Urantia. Se necesitan 109 días del tiempo de Urantia para viajar de la capital del superuniverso, Uversa, hasta Urantia.
En esta parte, el Libro de Urantia hace referencia a que la verdadera perspectiva de cualquier problema sobre la realidad, ya sea humana, divina, terrestre o cósmica, solo se puede obtener mediante el estudio y la correlación completos e imparciales de tres fases de la realidad universal: el origen, la historia y el destino.
Los Hijos Paradisiacos de Dios
Según sus actividades en el superuniverso de Orvonton, los Hijos de Dios están clasificados en tres secciones generales: Los Hijos descendentes, los Hijos ascendentes y los Hijos de Dios trinitizados.
Los Hijos descendentes están dedicados a ayudar a los mundos evolutivos del tiempo y el espacio a evolucionar, y su misión es descender a estos mundos para facilitar el progreso de las criaturas evolutivas.
Los ascendentes son los seres que evolucionan y ascienden hacia la divinidad, como nosotros, los mortales de Urantia.
Los Trinitizados son un grupo de origen compuesto que incluye a todos los seres abrazados por la Trinidad del Paraíso.
Los Hijos de Dios descendentes
Los Hijos descendentes que surgen de las Deidades en la Isla central se les llama Hijos Paradisiacos de Dios y abarcan las tres órdenes siguientes: Los Hijos Creadores (los Migueles), los Hijos Magistrales (los Avonales) y los Hijos Instructores Trinitarios (los Daynales).
Aquí el Libro de Urantia menciona a los Hijos Creadores (los Mígueles), y explica que parecen poseer una dotación espiritual centrada en su persona, que controlan y pueden otorgar tal y como hizo Jesús (Miguel de Nebadon) cuando derramó su espíritu sobre toda la humanidad en su encarnación en Urantia.
Cada Hijo Creador está dotado de un poder de atracción espiritual, un poder que le permite ser plenamente consciente de todos los actos y emociones de cada Hijo de Dios descendente.
A las cuatro órdenes restantes de hijos de Dios descendentes se les conoce como los hijos de Dios de los Universos Locales: Los hijos Melquisedeks, los hijos Vorondadeks, los hijos Lanonandeks y los Portadores de Vida.
Los Hijos Creadores
Los Hijos Creadores son los constructores y gobernantes de los universos locales del tiempo y del espacio. Cada Hijo Creador es diferente a todos los demás.
Los Hijos Paradisiacos primarios son personalizados como Migueles. Cuando salen del Paraíso para fundar sus universos son conocidos como Migueles Creadores.
Cuando están establecidos en autoridad suprema en su universo local se les llama Migueles Maestros. El Hijo Creador soberano del Universo local de Nebadón es conocido como Cristo Miguel.
El Miguel original o primogénito no ha experimentado nunca la encarnación como ser material, pero pasó siete veces por la experiencia de la ascensión espiritual de las criaturas en los siete circuitos de Havona. El Miguel original es el que preside a los Hijos Creadores.
Cuando un Hijo Creador parte del Paraíso para crear vida en un universo local, se encuentra por primera vez en contacto con el Espíritu Infinito. La energía-materia está dominada por el Espíritu Infinito. Los diseños y los tipos de criaturas están controladas por el Hijo Eterno. La personalidad es concebida y otorgada por el padre universal.
Cada Hijo Creador está acompañado de una Hija Creativa del Espíritu Infinito, destinada a convertirse en Ministra Divina o Espíritu Madre del universo local.
Las donaciones experienciales de los Hijos Creadores
Los Hijos Creadores experimentan la encarnación en sus criaturas creadas en los mundos físicos de sus universos locales y adquieren la soberanía suprema de su universo local cuando han pasado por siete donaciones experienciales. La soberanía suprema en Nebadón data de la terminación de la donación de Jesús de Nazaret (Cristo Miguel) en Urantia.
La siete donaciones de un Hijo Creador implican su aparición en siete niveles de existencia de las criaturas, y están relacionadas con la revelación de las siete expresiones de la Deidad.
Todos los Hijos Creadores pasan siete veces por estas siete entregas a sus hijos creados antes de asumir la jurisdicción estable y suprema de su universo local, para vivir así la experiencia en primera persona de sus criaturas creadas.
En su donación final, un Hijo Creador encarna generalmente como miembro del grupo racial que contiene el mayor legado hereditario del linaje adámico importado anteriormente en el plan para elevar el estado físico de los pueblos de origen animal.
Cuando Cristo Miguel abandonó el dominio consciente de su encarnación en Urantia pudo decir en verdad “todo se ha consumado”. Su muerte en Urantia concluyó su carrera donadora. Los Hijos Creadores parecen estar en perfecta comunicación con los mundos donde se han donado mediante su propia presencia espiritual.
Aquí el libro de Urantia alude a la importancia que tuvo la encarnación de Jesús en plan de evolución y ascensión de la raza humana, y su conexión con el siguiente paso de la humanidad hacia la quinta dimensión «para elevar el estado físico de los pueblos de origen animal». (Analizado en «Hacia una nueva humanidad»).

Los Hijos de Dios Trinitizados
Además de los Hijos de Dios ascendentes y descendentes, existe un tercer grupo de Hijos de Dios: Los Hijos de Dios Trinitizados. Sin tener en cuenta su origen, todos los Hijos de Dios Trinitizados tienen en común la experiencia de la trinitización, y se dividen entre los Hijos trinitizados por la Deidad, los Hijos abrazados por la Trinidad y los Hijos trinitizados por las criaturas.
Los Hijos trinitizados por la Deidad no son revelados en el Libro de Urantia. Los Hijos abrazados por la Trinidad abarcan siete órdenes de personalidades: Los Mensajeros Poderosos, los Elevados en Autoridad, los que no tienen Nombre ni Número, los Custodios Trinitizados, los Embajadores Trinitizados, los Guardianes Celestiales y los Ayudantes de los Hijos Elevados.
Los Mensajeros Poderosos son una clase formada por mortales ascendentes que han sido puestos a prueba durante una rebelión o han demostrado igualmente de otra manera su lealtad personal y universal. Todo mortal ascendente que sufre una experiencia insurreccional y que actúa lealmente en presencia de una rebelión está destinado a convertirse en un Mensajero Poderoso del servicio superuniversal.
Y lo mismo ocurre con toda criatura ascendente que impide eficazmente estos disturbios ocasionados por el error, el mal o el pecado, ya que toda acción destinada a impedir una rebelión y una crisis universal es considerada como que tiene un valor aún más grande.
Los Mensajeros Solitarios
Los Mensajero Solitarios componen la legión personal y universal del Espíritu Infinito. Ni el Padre ni el Hijo participaron en esta prodigiosa espiritualización.
El Espíritu Infinito destina a los Mensajeros Solitarios a siete divisiones de misiones: a la Trinidad del paraíso, a los circuitos de Havona, a los superuniversos, a los universos locales, a explorar en misiones no especificadas, a misiones especiales como embajadores y emisarios, y como reveladores de la verdad.
Los Mensajeros Solitarios, gracias a la alta velocidad a la que se pueden trasladar, salen a investigar el espacio exterior siguiendo los indicios proporcionados por los observadores espaciales de los reinos. Son enviados como exploradores libres para experimentar la emoción de descubrir los núcleos en vías de organización de nuevos mundos y universos.
Las personalidades superiores del Espíritu Infinito
A parte de los Mensajeros Solitarios, las Personalidades Superiores del Espíritu Infinito ejercen su actividad en todo el gran universo en siete divisiones: los Mensajeros Solitarios, los Supervisores de los Circuitos Universales, los Directores del Censo, los Ayudantes Personales del Espíritu Infinito, los Inspectores Asociados, los Centinelas Asignados y los Guías de los Graduados.
Los Guías de los Graduados se ocupan de dirigir a los peregrinos procedentes de los universos del tiempo y del espacio que llegan a los mundos del universo central de Havona. El primer peregrino que llegó a Havona procedente de los mundos evolutivos fue Grandfanda, que fue recibido por Malvorian, el primer Guía de los Graduados.
Durante eras habían avisado de que las criaturas evolutivas ascenderían a Havona y a la isla central del Paraíso, y la llegada de Grandfanda señaló la inauguración de los “informes espaciales de gloria”, llamados así porque la transmisión universal había logrado entrar en la meta de la existencia ascendente.
Los Asesores Técnicos
El Espíritu Infinito eligió como núcleo de este grupo inmenso a las mentes más metódicas entre los primeros supernafines y omniafines. Los Asesores Técnicos son reclutados en las filas de las siguientes órdenes de personalidades: supernafines, seconafines, terciafines, omniafines, serafines, ciertos tipos de mortales ascendentes y ciertos tipos de intermedios ascendentes.
Los mortales y los intermedios que sirven de Asesores Técnicos son expertos en el concepto de la ley universal y de la justicia suprema. A medida que ascendemos hacia el Paraíso, adquirimos constantemente nuevos conocimientos y con ellos la oportunidad de transmitir a otros seres toda esta sabiduría universal, representando el papel de alumno-maestro.
En el régimen universal, no se considera que hemos adquirido un conocimiento y una verdad hasta que no hemos demostrado nuestra capacidad para transmitir a otras personas ese conocimiento y esa verdad.
La formación de los Asesores Técnicos comienza en las universidades Melquisedeks de los universos locales hasta las cortes de los Ancianos de los Días. Después siguen adelante hasta las facultades de los siete círculos, situadas en los circuitos de Havona. Por último son recibidos en la facultad de la ética de la ley de la técnica de la Supremacía, la universidad educativa paradisíaca.
Los Asesores Técnicos estudian y enseñan las leyes del universo aplicadas a la vida y al destino de todos los seres que habitan todos los dominios de la creación universal, son bibliotecas vivientes del tiempo y del espacio, son los educadores de todas las criaturas acerca de la técnica de los creadores.
Alusión a los Registros Akáshicos
Todo suceso que se produce en la creación de los universos ha de ser registrado en unos archivos oficiales por los Registradores Celestiales. Toda la información sobre la historia universal se registra a nivel local en las capitales de los universos locales, a nivel universal en las capitales de los superuniversos y toda la información de la creación en la “biblioteca viviente del Paraíso”. Los archivos están protegidos por los Custodios de los Archivos. Aquí el Libro de Urantia alude al Akasha o a los registros Akáshicos como Biblioteca viviente del Paraíso, donde se guarda toda la información del universo.
Según vayamos ascendiendo en nuestro proceso evolutivo, tendremos la capacidad de acceder a toda esta información universal, una información que nos llevará a comenzar a entender el origen, la historia y el destino de la creación universal.
Los Espíritus Ministrantes
Los ángeles son los asociados espirituales ministrantes de las criaturas evolutivas y ascendentes. Hay siete órdenes de espíritus ministrantes: los supernafines, los seconafines, los terciafines, los omniafines, los serafines, los querubines y las criaturas intermedias.
Los supernafines son los espíritus ministrantes del universo central, los seconafines, terciafines y omniafines son los espíritus ministrantes de los superuniversos, y los serafines y sus ayudantes los querubines son los espíritus ministrantes de los universos locales. Las criaturas intermedias son nativas de los mundos habitados y no forman parte de las órdenes angélicas.
Todas las órdenes angélicas están dedicadas a los distintos servicios universales, pero son los supernafines, los seconafines y los serafines los que más fomentan el programa de ascensión de las criaturas evolutivas de los mundos materiales del tiempo y del espacio.
Los Hijos Creadores y sus hijos mortales de los mundos materiales del tiempo y del espacio se están preparando para algún servicio futuro en el universo en una combinación única entre lo humano y lo divino, la mezcla de la criatura y del Creador. Aquí el Libro de Urantia hace referencia a nuestro destino como humanos mortales: ser cocreadores de nuevas formas de vida en el universo material para extender los límites del universo conocido, tal y como mencionamos en «La evolución de las razas del universo: De los primeros imperios estelares hasta nuestros días«.
El Ministerio de los Supernafines Primarios
Los supernafines del Paraíso son la orden más elevada de todos los espíritus ministrantes. Los supernafines primarios han servido desde la eternidad en la Isla de la Luz y han salido a los mundos del espacio y del tiempo en misiones de dirección, pero solo ejercen su actividad desde la llegada al Paraíso.
Estos ángeles elevados del Paraíso empeñan su ministerio en siete grupos de servicio: los Conductores de la Adoración, los Maestros de Filosofía, los Custodios del Conocimiento, los Directores de la Conducta, los Intérpretes de la Ética, los Jefes de la Asignación y los Instigadores del Descanso.
Los Custodios del Conocimiento son los anales divinos de la verdad universal, los libros vivientes del conocimiento verdadero. En el Paraíso no necesitamos buscar la iluminación y el conocimiento supremo en páginas escritas, sino en la inteligencia viviente de los custodios finales.
Los Maestros de Filosofía son los seres de sabiduría que utilizan la verdad del conocimiento y los hechos de la experiencia para entender lo desconocido. Con ellos, el conocimiento llega hasta la verdad y la experiencia hasta la sabiduría.
Los mortales de Urantia podemos sentir parte de ese conocimiento universal porque los espíritus de los Dioses residen en nosotros. Aquí el Libro de Urantia hace referencia a que Dios está dentro de todos y cada uno de nosotros, es decir, todos tenemos un fractal del espíritu infinito como analizamos en «La Constitución Septenaria del ser humano» y en «El origen del alma, el universo de materia y las dimensiones espirituales».
Los Espíritus Ministrantes de los superuniversos
Los Seconafines son las huestes angélicas ministrantes de los superuniversos. Los Tercioafines y los Omniafines sirven como ministros espirituales en estos dominios.
Los Seconafines son engendrados en grupos de siete por los siete Espíritus Reflectantes y son asignados a la sede de cada superuniverso. Son los descendientes de los Espíritus Reflectantes, por lo que la reflectividad es inherente a su naturaleza.
El primero de los Seconafines creados se asigna a los Ancianos de los Días. Gracias a su reflectividad, sirven como espejos vivientes a estos gobernantes trinos. Los Ancianos de los Días actúan así desde su posición a medio camino entre los mundos habitados y el Paraíso, entre el hombre y Dios, pueden mirar hacia ambos lados, escuchar ambos lados y conocer ambos lados.
En el juicio final ante los Ancianos de los Días, el tiempo es un elemento a justificar. El fracaso en poder sacarle el mayor partido al tiempo en uno mismo y en el crecimiento espiritual y de sabiduría universal no conlleva consecuencias fatales, solo retrasa al peregrino en su viaje de ascensión.
El servicio es la meta del tiempo y el destino del espacio. Una vez que los peregrinos se han dado cuenta de la importancia del tiempo, el camino está preparado para reconocer la santidad del servicio. La manifestación de la grandeza del servicio en Urantia es la demostración del control de sí mismo en base a la bondad divina y universal.
El destino de los mortales ascendentes
Las personalidades y las entidades distintas a las personales que desarrollan su actividad en el Paraíso y en el gran universo, son un número casi ilimitado de seres vivientes.
Dios, como primera persona de la Deidad, crea, y para crear fragmenta, y este fragmento de sí mismo, el Ajustador, hace evolucionar el alma espiritual e inmortal en la mente material y mortal de acuerdo con el libre albedrío de la personalidad que ha sido conferida a esa criatura mortal.
Aquí el Libro de Urantia hace referencia a la inmortalidad de nuestra alma y a su origen como un fragmento de Dios, tal y como analizamos en “la Constitución Septenaria del Ser Humano” y en «El origen del alma, el universo de materia y las dimensiones espirituales».
Todos los mortales son seres evolutivos de origen animal con un potencial ascendente. Las razas evolucionan mientras el alma que las conduce asciende. En su origen, su naturaleza y su destino, todos los grupos diversos de seres humanos no son enteramente diferentes a los pueblos de Urantia.
Cuando el cuerpo físico a regresado al polvo, el serafín asignado patrocina el nuevo cuerpo, la forma morontial, como nuevo vehículo de vida para el alma inmortal y para ser habitado por el Ajustador que ha regresado. Esta reasociación de un alma y de un Ajustador se denomina resurrección, un reensamblaje del alma con un cuerpo físico, el proceso de reencarnación.
Nuestro destino
En nuestro proceso de ascensión, llegaremos a los mundos educativos de los superuniversos, donde nos convertiremos en pupilos de los Ancianos de los Días. Cuando nuestro desarrollo espiritual sea completo (aunque no total), el mortal sobreviviente se preparará como peregrino en Havona para llegar al Universo Central, al puerto de los espíritus evolutivos. Aquí el Libro de Urantia hace referencia al proceso de ascensión del alma hacia la fuente y hacia el origen de todo.

Existe una disposición en los universos del tiempo y del espacio por la que, cuando los ciudadanos adámicos de los sistemas locales tardan mucho en recibir una misión planetaria, pueden iniciar una petición para ser liberados del estado de ciudadanos permanentes. Si se les concede, se unen a los peregrinos ascendentes en las capitales de los universos, y desde allí se dirigen hacia el Paraíso y hacia el Cuerpo de la Finalidad.
Los Dioses creadores y todas las personalidades asociadas se preocupan por instruir a los mortales ascendentes en la técnica de dirigir el Universo. Cuando un mundo evolutivo alcanza las épocas finales de luz y de vida, los Hijos Materiales, el Adán y la Eva Planetarios, emprende el recorrido evolutivo de la ascensión universal que conduce al Cuerpo de los Finalitarios Mortales.
Durante la presente era del universo, las personalidades evolutivas sufren muchas dificultades debido a la manifestación incompleta de la soberanía del origen de todo, de la soberanía de Dios Supremo, pero todos estamos participando en la experiencia de su evolución.
Cocrear nuevos mundos
Existe un sistema nuevo e inmenso de universos que se está organizando con futuros mundos habitados, nuevas esferas pobladas de nuevos de tipos de seres en el espacio exterior del universo material. En toda Uversa se cree que el destino de los mortales ascendentes están destinados a algún servicio futuro en los universos del espacio exterior. Aquí el Libro de Urantia describe el destino de las razas micaélicas, como mortales ascendentes con la capacidad de cocrear nuevos mundos y razas en evolución que analizamos en «La evolución de las razas del universo».
En esta primera parte del Libro de Urantia, se describe la naturaleza de la Deidad, la realidad del Paraíso, la organización y el funcionamiento del universo central y de los superuniversos, las personalidades del gran universo y el elevado destino de los mortales evolutivos.
Gracias por el resumen!!!
Conocí el libro de Urantia, y me lo deje robar, cuando lo preste, quiero conseguirlo de nuevo.
Muchas gracias.
Me sentí extasiado al leer todo este escrito,es como si me hubiese transportado a esos mundos o universos habitados por toda una organización de seres mucho más evolucionados que nosotros los seres mortales.Mi percepción de la vida y mi destino como ser, ha comenzado a dar un giro total y he quedado maravillado con todo lo que está por venir en mi evolución.Muchas gracias por tan importante y determinante conocimiento.Estoy dispuesto a recibir mucho más información al respecto.
Es muy emocionante encontrar esto , aparece justo ahora cuando estoy buscando mi lugar en esta vida , sé que nada es coincidencia todo pasa cuando tiene que pasar .
Gracias x este resumen .
Gracias…lo leí hace muchísimosss años…es más lo tengo guardado en casa de una hna… junto a2 mil libros más XK yo no tengo lugar para tanto libro..era bibliotecaria para mí los libros eran una adicción…en aquel tiempo no existían los libros digitales..en fin… besos