Antes del proyecto homo sapiens y del origen de la raza humana actual, llegaron al planeta 4 civilizaciones humanas con diferentes proyectos para la Tierra y para el proyecto Homo-Adam Kadmon. Estas 4 civilizaciones marcan además el inicio de las razas raíz en nuestro planeta.
Las razas raíz son las distintas civilizaciones humanas que han habitado la Tierra. La primera raza raíz es la civilización polar, la segunda raza raíz es la civilización hiperbórea, la tercera raza raíz es la civilización lemuriana y la cuarta raza raíz es la civilización atlante. La quinta raza raíz es la civilización humana actual.
El periodo de tiempo en el que estas civilizaciones comenzaron este plan para la Tierra, coincide con el periodo de transición de la administración de este universo local de Nebadón. En «la evolución de las razas del universo», mencionamos esta transición que hubo entre la administración de Anhotak y la administración de Micah.
Durante la administración de Anhotak se habían desarrollado principalmente las razas reptiles e insectoides, ya que eran los cuerpos físicos que mejor se adaptaron a las condiciones climatológicas adversas que había al principio de la creación en este universo. Durante este periodo de tiempo, en el planeta Tierra se habían desarrollado los dinosaurios.
Con la administración de Micah, comenzó el proyecto evolutivo de las razas mamíferas. Los planetas estaban comenzando a estabilizar sus atmósferas y las condiciones de habitabilidad dieron paso a la creación de nuevos envases mamíferos, y posteriormente a las razas micaélicas. Es aquí cuando comenzaron a llegar las primeras civilizaciones humanas de genética mamífera con diferentes misiones para el planeta, como vamos a analizar a continuación.
La civilización polar
La civilización polar fue la primera civilización humana que vino al planeta Tierra, la primera raza raíz. Habitaba en las regiones polares actuales, de ahí su nombre. Esta civilización llegó incluso a convivir con otra raza antropomórfica que había evolucionado en la era de los dinosaurios, los humanoides-saurios, de genética reptil. Esta raza reptil posteriormente continuó su evolución en Tierra interna, en los mundos de Agartha.
La civilización polar no era todavía una raza micaélica. Estaban entre octava y novena dimensión, por eso sus cuerpos eran más etéricos que físicos. En dimensiones más bajas como la nuestra, los cuerpos son físicos, pero a medida que evolucionamos y ascendemos por las dimensiones espirituales, los cuerpos se van haciendo más sutiles y van perdiendo fisicalidad. Hay cuerpos físicos, astrales, etéricos y morontiales. Los cuerpos físicos son los más densos, y los morontiales están más cerca de las dimensiones de antimateria.
El proyecto de la civilización polar en la Tierra era comenzar a activar la energía toroidal del planeta. Un Toroide es una de las formas básicas de geometría sagrada. Representa la alineación de la energía en continuo movimiento armónico, la conexión energética entre el espíritu y la materia.

Todos los seres vivos tienen un Toroide o energía toroidal que ancla la energía espiritual con la materia. También tienen un Toroide los planetas decimales como la Tierra. La energía toroidal de todos los seres vivos conecta directamente con el Toroide del planeta y a su vez con el Toroide universal en un perfecta sincronía. La misión de la civilización polar, como primera raza raíz, fue poner en funcionamiento la energía Toroidal del planeta, preparar la estructura para lo que venía después.
La civilización hiperbórea
Después de la civilización polar, vino al planeta la segunda raza raíz, la civilización hiperbórea. La raza que formaba esta civilización era también etérica, pero sus cuerpos eran más densos que los de la raza polar, estaban entre sexta y séptima dimensión.
La civilización hiperbórea, al igual que la civilización polar, habitaba en las regiones polares (los polos del planeta no estaban situados donde están ahora). En la Grecia antigua ya situaban a Hiperbórea en estas zonas que rodean los polos. La primera fuente que menciona a esta civilización fue Heródoto en el año 450 a.C., uno de los primeros historiadores del mundo. Aunque el propio Heródoto hace referencia a que sus menciones sobre Hiperbórea vienen de fuentes anteriores perdidas en el tiempo.

La misión de la civilización hiperbórea en el planeta Tierra fue principalmente estabilizar la energía toroidal que había activado la primera raza raíz. Con la estabilización de la energía toroidal, el planeta quedaba conectado a la fuente del universo de antimateria a través de la conexión con los polos magnéticos. La civilización polar y la hiperbórea trabajaron principalmente la conexión Universo-Tierra.
La civilización lemuriana
Con la civilización lemuriana comienza el plan micaélico en el planeta Tierra, hace unos 600.000 años. La raza que formaba esta civilización era una raza élfica con el Código Kadistu integrado en el ADN. Tal y como mencionamos en «el cambio era que anunciaron los mayas» y en «la evolución de las razas del universo», la civilización lemuriana vino de las Pléyades, aunque su verdadera procedencia es el origen de las primeras siembras estelares de razas humanas micaélicas, la constelación de Lyra en la estrella de Vega.
Debido a las Guerras de Orión, y para salvaguardar la genética de estos primeros humanos kadistu de dimensiones densas, las razas élficas fueron llevadas a otros sistemas estelares como a las Pléyades. Y fue desde las Pléyades desde donde vinieron a la Tierra a fundar lo que sería la civilización de Mu. La civilización de Mu es el origen de Lemuria, y la civilización de Lemuria fueron los descendientes de Mu que ya nacieron en el planeta Tierra.
La raza que vino a fundar la civilización de Mu era ya más física que la civilización hiperbórea. Estaban entre quinta y sexta dimensión, y sus cuerpos medían hasta 3 metros de altura, muy parecidos en dimensiones a la raza élfica Na´vi de las películas de Avatar que mencionamos en el «análisis de Avatar en base a la verdadera historia».
A medida que fueron naciendo descendientes en el planeta, los cuerpos físicos de esta tercera raza raíz comenzaron a perder altura, adaptándose a las condiciones gravitatorias de un planeta más denso como la Tierra. La civilización lemuriana tenía intacta la plantilla original 12 +1 del humano Adam Kadmon, el ADN micaélico que la raza humana actual tiene en parte bloqueada y que tiene que activar ahora.
La misión de Lemuria
La civilización lemuriana se ubicaba principalmente en el continente perdido de Mu, situado en la zona del pacífico, aunque también llegaron hasta América, de ahí la conexión con los mayas. Los Moais de la Isla de Pascua y las Pirámides Mayas, son restos e influencias antiguas de la civilización lemuriana.


La misión principal de esta tercera raza raíz fue la de anclar la energía espiritual del cuerpo físico al planeta Tierra. Gracias a la maya de anclaje toroidal que habían trabajado la civilización polar y la hiperbórea, la civilización lemuriana pudo comenzar a trabajar el anclaje del alma para desarrollar la espiritualidad, dando origen a la primera fase de la «llama trina», la llama rosa.
La civilización atlante
La civilización atlante fue descrita por Platón en el diálogo de Timeo, uno de los escritos más influyentes de toda la filosofía antigua, y posteriormente en el diálogo de Critias o la Atlántida, donde se definía a esta cuarta raza raíz como una civilización increíblemente rica y avanzada.
Los atlantes vinieron al planeta a trabajar la segunda fase de la «llama trina», la llama azul, el anclaje del alma para desarrollar la parte mental. Las civilizaciones polares e hiperbórea habían trabajado el anclaje planetario, Lemuria y Atlántida vinieron a trabajar el anclaje humano. Ambas civilizaciones convivieron en el planeta, mientras además nacía la civilización humana actual.
Esta cuarta raza raíz fue fundada por 13 familias (plantilla 12 + 1), que vinieron principalmente de Sirio, aunque también vinieron humanos de Andrómeda, Arcturus y Orión. Estas 13 familias vinieron con sus cuerpos extraterrestres y fundaron la civilización atlante hace unos 300.000 años.
La misión de la Atlántida
Las razas que fundaron la civilización atlante eran maestros que habían desarrollado la más alta sabiduría de la luz del conocimiento a través de la parte mental. Su misión era fusionar la luz del conocimiento con la energía espiritual de Lemuria, para ayudar a dar origen fusionando ambas capacidades a la quinta raza raíz, la humanidad actual.
El plan de creación de la humanidad actual, a pedido de Micah, era crear una raza kadistu que pudiera evolucionar desde la máxima densidad de la materia. Su idea era fusionar la energía espiritual y mental de las civilizaciones lemurianas y atlantes, lo que daría origen a la tercera fase de la «llama trina»: la llama dorada.
La llama trina
La «llama trina» es la estructura trinita que sirve como base para la creación en el universo local de Nebadón. Aquí la base de la creación es siempre trinita: En la fusión entre el divino femenino y el divino masculino, el resultado es el hijo, igual que en la fusión entre el electrón y el protón, el resultado es el neutrón. La ciencia, la física cuántica y la espiritualidad llegan a la misma explicación. La fusión entre una raza espiritual como la lemuriana con una raza mental como la que formaba la civilización atlante, iba a dar como resultado a una nueva raza: la quinta raza raíz.
Mientras las civilizaciones atlantes y lemurianas convivían en la Tierra, Enki comenzó a trabajar en el proyecto de esta nueva raza humana. Para la creación de esta quinta raza raíz, Enki tomo ADN de la raza lemuriana y de la raza atlante (y otros ADN´S) para evolucionar genéticamente a una especie de homínido, lo que dio origen al homo sapiens hace unos 75.000 años, una nueva raza Kadistu evolucionada desde dimensiones animales, el proyecto Homo-Adam Kadmon.

La caída de la civilización atlante
La civilización atlante se desarrolló la mayor parte de su evolución en la Tierra de manera positiva, sin embargo, dos factores clave marcan la negativización y posterior caída de la Atlántida: la entrada de nuestro sistema solar en noche galáctica con respecto al sol de Alcyon de Pléyades, y la Rebelión de Lucifer.
Lucifer estaba en contra del proyecto Homo-Adam Kadmon, no estaba de acuerdo con que una raza micaélica pudiera evolucionar desde la máxima densidad de la materia como estaba ocurriendo en la Tierra. Por eso permitió la entrada al planeta de razas regresivas de Anhotak para boicotear el plan, principalmente reptiles negativos de Rigel y de Alpha Draconis (explicado más al detalle en «La evolución de las razas del universo: De los primeros imperios estelares hasta nuestros días»)
Lo primero que hicieron estas razas para tratar de evitar la evolución de la quinta raza raíz, fue girar el eje del planeta 36º para dejar al mínimo la energía toroidal que habían activado la civilización polar y la hiperbórea. Con el Toroide activo tenemos escudo y conexión con la fuente, no nos pueden controlar, pero dejando esta conexión al mínimo sí podían controlar la matrix. También desconectaron la llama trina planetaria, haciendo que el equilibrio trinito se desestabilizara.
Se infiltraron en la civilización atlante clonando cuerpos físicos humanos y encarnando en ellos con la técnica de la hibridación, lo que provoco junto a la casi total desconexión de la energía toroidal que la Atlántida se negativizara. Además, con la desconexión de la llama trina, anularon la energía femenina, por lo que ya no se podía cocrear.
El diluvio universal
La capacidad tecnológica de la civilización atlante utilizada de manera negativa, provocó que se fabricaran bombas atómicas y bombas de plasma que iban a destruir el planeta. Esto hizo que el alma de Gaia pidiera ayuda a la Confederación Galáctica, que tuvo que intervenir para salvar la Tierra hundiendo el continente atlante en lo que conocemos como el diluvio universal, para limpiar la superficie de razas negativas.

La caída total de la Atlántida se produjo hace aproximadamente 12.000 años, pero en diciembre de 2012, tal y como predijeron los mayas en su calendario, nuestro sistema solar entró de nuevo en día galáctico. (Debido a un error de calculo en el calendario gregoriano actual, el 21 de Diciembre de 2012 pudo ser en realidad el pasado 21 de Diciembre de 2019, como analizamos en «el fin del calendario maya».)
La quinta raza raíz: Raza solar o civilización Koradhy
La negativización del planeta afectó y sigue afectando al proceso evolutivo de la raza humana actual, como hemos analizado en anteriores escritos («el siguiente paso de la humanidad» o «la evolución de las razas del universo»), pero este proceso oscuro está llegando ahora a su fin.
Lo que nos toca hacer como quinta raza raíz es retomar el proyecto de la Lemuria y de la Atlántida, para conseguir integrar lo que trabajaron ambas civilizaciones: el desarrollo espiritual y el desarrollo mental. Esta integración es la clave para activar las 12+1 fibras de ADN del humano Adam-Kadmon, y para pasar de tercera a quinta dimensión, que es el siguiente paso en nuestro proceso de evolución y ascensión como raza solar (analizado más al detalle en «Hacia una nueva humanidad»).
Una vez ocurra el salto cuántico a quinta dimensión y el planeta quede limpio de todos los registros negativos de la rebelión, la quinta raza raíz se convertirá en la civilización Koradhy. Esta nueva civilización de la Tierra, una raza Kadistu evolucionada desde dimensiones animales, tendrá la capacidad de conectar con la naturaleza universal, algo que marcará el inicio de la era galáctica, en la que los humanos estarán preparados para hacer contacto con otras civilizaciones extraterrestres, y en la que empezaremos a conocer la verdadera historia del universo, nuestra propia historia y nuestro destino como raza…
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Fuentes principales del artículo: Andrea Barnabe (Bibliotecaria planetaria Melchizedeck). Nuestro origen, la orden Melchizedeck, Biología trínita, Mutación de mente a consciencia, Conectando con el nuevo humano.
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